El minotauro que habita Forbes
La complejidad que acompaña al poder y a la riqueza es volátil,
tanto que cuando la maquinaria que los aglutina se pone en acción provoca que
un acto —incluso si es casual— signifique un cambio trascendente, y aunque en
ocasiones se disfraza de nimiedad suele modificar la historia de un individuo,
de un grupo de personas, de un país y, por qué no, del mundo entero.
Desentrañar esa complejidad es recorrer un laberinto hasta encontrar
a un minotauro que en sí es un enigma. Estar frente a él para conocerlo y
entenderlo nos obliga a leer sus movimientos, incluso a intuirlos.
Y a esta labor se dedica Diego Enrique Osorno (Monterrey,
1980), uno de los mejores representantes del llamado “nuevo periodismo
mexicano”.
En Slim. Biografía
política del mexicano más rico del mundo, Osorno muestra, a partir de una
investigación de varios años, más de cien entrevistas, incluidas tres que le
realizó al magnate de la telefonía, a un hombre conformado de pasiones y
contradicciones cuyo pensamiento y reflexión en torno al poder y a la riqueza
llaman la atención no sólo porque “las dice quien las dice”, sino por la manera
en las que leemos las ha ejecutado.
La licitación de Teléfonos de México (Telmex), la relación
de Slim con presidentes y con candidatos a la Presidencia de México, su estado
de salud, la pasión por el beisbol (el rey de los deportes, esa metáfora de la
vida misma), su entendimiento por el concepto de éxito, la pobreza, el triunfo
del capitalismo exacerbado, la boda y posterior divorcio con Televisa, su
altruismo —o la falta de él—, entre otros temas, son parte del mapa que se
traza en el libro, cuya lectura va de lo sorpresivo a la indignación, de la
risa discreta a la carcajada.
En la introducción del libro, el también autor de El cártel de Sinaloa, La guerra de los Zetas, Nosotros somos los culpables, entre
otros, se pregunta: “¿Cómo sería entonces reportear al poder?” Bajo esa duda, y
la de si uno de los hombres más ricos del mundo puede ser buena persona, Osorno
nos entrega esta biografía no para exponer admiración o repudio, sino para que
sea el lector quien dibuje a Carlos Slim con todas y cada una de sus paradojas.
Uno de los capítulos que sobresalen del libro es el dedicado
a Julián Slim, el “hermano incómodo” fallecido en 2011, quien fue comandante de
la Dirección Federal de Seguridad, “la policía política del régimen priista
que, bajo el contexto de la Guerra Fría, cometió asesinatos y desapariciones
forzadas de opositores”.
De Julián se expone una posible ejecución extrajudicial de
un guerrillero que declaró ante él. Al hablar de él, Slim le dice a Osorno: “A
nadie de la familia le gustaba que estuviera en el gobierno. No te puedo decir
muchas cosas, pero lo que sí te puedo decir es que (…) fue una gente muy
honesta”.
Otro de los aspectos oscuros que se abordan en el libro es el
del vínculo de su padre con la Al Kataeb, organización de extrema derecha
acusada de matanzas en campos de refugiados en el Líbano.
En Slim. Biografía
política del mexicano más rico del mundo también se aborda la relación del
fundador de Grupo Carso con la prensa, más allá de ser accionista mayoritario
del New York Times. En la
conversación que sostiene con Osorno, el ingeniero civil por la UNAM habla de
su amistad con Julio Scherer, fundador de Proceso
y quien fuera uno de los periodistas más respetados en México, pagando incluso
el rescate de su hijo.
También habla de la admiración que siente por Carlos
Monsiváis, del respeto que siente por Carmen Aristegui, de la percepción que de
él tiene Denisse Dresser. Asimismo expone los desencuentros con Miguel Ángel
Granados Chapa y con Ramón Alberto Garza.
Sobre la relación de entre Slim y la prensa, Osorno dice:
“Los coqueteos entre el periodismo y el poder han sido siempre una historia de
pactos, conveniencias y traiciones”. Relación turbulenta, al fin y al cabo.
Slim. Biografía
política del mexicano más rico del mundo es un libro dinámico, bien
escrito, que deja de lado los lugares comunes del “hombre exitoso” y expone los
claroscuros de un hombre que sabe lo que quiere, cómo lo quiere y cuándo lo
quiere, que tiene clara su postura ante el mundo la cual, nos guste o no, es un
referente histórico.
Yo no soy vergonzante de lo que tengo —dice Slim—, aunque
hay críticas por muchos lados de que te favorecen y de que esto y que lo otro,
pero de eso te contestaré lo que me quieras preguntar.
Entonces, nosotros escuchamos.
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